La técnica del vaso de agua en ho’oponopono es una herramienta de limpieza y sanación que se basa en el poder del agua para recibir y transmitir información. El agua es capaz de cambiar su estructura molecular según las palabras, emociones y pensamientos que se le dirigen, como demostró el científico japonés Masaru Emoto. Al usar esta técnica, podemos borrar las memorias negativas que nos impiden vivir en armonía con nosotros mismos y con los demás.

Para practicar esta técnica, solo necesitamos un vaso de vidrio transparente, agua del grifo y un trozo de papel. En el papel escribimos la situación o el problema que queremos limpiar, por ejemplo: «relación conflictiva con mi pareja», «falta de prosperidad económica», «ansiedad y estrés», etc. Luego colocamos el papel debajo del vaso y llenamos el vaso con agua hasta tres cuartas partes o el 80% aproximadamente. Dejamos el vaso en un lugar donde podamos verlo a menudo, pero sin que nos moleste.

El agua actúa como un receptor de la información que hay en el papel y la transmite al universo para que se encargue de resolverla. El agua también nos ayuda a limpiar las emociones y los pensamientos que tenemos asociados al problema, como el miedo, la culpa, la rabia, la tristeza, etc. Al cambiar el agua del vaso dos veces al día (por la mañana y por la noche), estamos renovando la energía y facilitando el proceso de sanación.

Esta técnica es muy sencilla pero muy efectiva, ya que nos permite soltar y confiar en la sabiduría divina que hay en nosotros y en todo lo que existe. Al practicarla con regularidad, podemos notar cambios positivos en nuestra vida, como más paz, más amor, más abundancia y más felicidad.